lunes, 28 de abril de 2008

Fe de vida-Ed. del Ayto. de Sancti Spiritus (Eduardo)

Arsenio Bernal (León, 1967) es un autor poco conocido. Apenas un libro de poemas (Para habitar el olvido, 1998), algunas publicaciones colectivas, su participación en la revista Reloj de arena. Cuando pensábamos que su esencia motriz era la poesía, nos sorprende con este libro de una calidad poco usual en nuestros días.
Habrá quien despotrique de los encargos, haciendo una apología más o menos sentida de la individualidad y libertad del creador. Quien así piense olvida que, hasta hace un par de siglos, casi todas las obras que cualquier persona medianamente culta recuerde había sido compuesta, pintada, esculpida, escrita por mediación de un encargo. Pues bien, esta obra que aquí se presenta lo ha sido. Y tal vez por ello haya salido tan buena (quién sabe si su autor la habría escrito de no haber mediación o presión de la parte que la propuso).
Sin poder adscribirse a un género concreto, esta obra es atípica, porque hace uso de dos elementos que no suelen asociarse mucho, por desgracia. Arsenio Bernal toma la fotografía y la palabra como los dos remos con los que llevar a buen puerto la barca de la memoria de una pequeña localidad y de sus gentes. La memoria sería el objeto último de esta
Fe de vida, que retrotrae la mirada sobre un pueblo, Sancti Spiritus, pueblo salmantino cercano a Ciudad Rodrigo. Estructurada en dos partes, en la primera los textos toman como base una fotografía en blanco y negro de la primera mitad del siglo XX, y a partir de ahí una ficción real o una realista ficción desgrana cuanto la memoria y la imaginación le dictaron con sabio paso. Con puntos en conexión con el Obabakoak de Atxaga o el Paniceiros del más próximo Xuan Bello, la memoria imaginativa le sirve a Arsenio Bernal para hablarnos de cuanto le sugieren esos momentos congelados en un papel fotográfico, de unos tiempos ya pasados, pero que no le importaría vivir en primera persona. De ese modo, comprobamos cómo las historias de nuestros ancestros llegan hasta nosotros tamizados por la personalidad de este autor, que ha sabido asimilar cuanto ha pasado ante sus ojos y agradecer cuanto le fue leído. De ese modo, un objeto humilde como un paraguas puede dar lugar a una página y media de felicidad que para sí habría querido firmar Millás (“A pesar de todo”); o bien la aprovechada lectura de los clásicos franceses hace brotar un texto como “Madame B”, de serena y conmovedora lectura, cuyo asunto en otras manos habría devenido vulgar cursilería; y ya por último, en otro ámbito, una narración más del tipo cuento o tradición local adquiere en sus manos un tinte legendario que apetece haber tenido siempre en la memoria colectiva (“El encuentro”).
La segunda parte cuenta también con fotografías (siempre procedentes de préstamos de los propios vecinos del lugar, entre los que se encuentra su madre), pero los textos son sólo “pies de foto”, pero la menor extensión no hace decaer la calidad que ya paladeamos con placer en la primera. Su prosa cuidada, sensible, referenciada y culta, hace que su lectura provoque sensaciones muy diversas, todas ellas positivas, lo cual es un gran mérito en estos tiempos de prosaísmos comerciales excesivos. Sus buenas dotes narrativas hacen, por otro lado, que su lectura resulte muy estimulante y cada lector se sienta inmerso en un tiempo que bien pudo ser el suyo, el nuestro, el de todos. Por que lo que Arsenio Bernal hace con este libro es retrotraernos hacia el pasado desde el presente, con ternura, con una nostalgia matizada, con admiración, con imaginación donde la memoria no alcanza, pero con respeto siempre, que queda bien claro a lo largo de toda la obra, tanto en su contenido como en su continente (edición en cartoné, papel de alto gramaje, fotografías en blanco y negro, cuidada maquetación y tipografías).

La pena es que no sea un libro de fácil acceso, pues su venta a bajo precio (dado que ha sido una edición subvencionada en buena parte por autoridades e instituciones locales) sólo se distribuye en el propio pueblo, y la disponibilidad del mismo será muy escasa, si no imposible. Con todo, de lo que no cabe duda es de que Arsenio Bernal da fe de una existencia que vivió, de una que acaso imaginó y de otra que bien pudo soñar. Da, pues, satisfactoria
Fe de vida. De lo cual aquí se da también fe.

domingo, 27 de abril de 2008

Un Viaje a la Luna-Zeta Bolsillo (Nacho)


Hoy vamos a hablar de una recuperación por parte de Zeta bolsillo(Ediciones B) que es la antigua colección Historias Selección, esta colección salió por primera vez a mediados de los años 50, la innovación con respecto a lo que se publicada antes es que se combina el texto con hojas de tipo viñeta, yo me acuerdo de ver leer estos libros a mi hermano cuando yo tenía 8 o 10 años, claro yo de aquella solo leía las viñetas del texto pasaba ampliamente por eso cuando ví la colección ahora no desaproveche la ocasión y cogí este del que os voy hablar, pero a parte de este se han editado: Moby Dick,La isla del tesoro,Ben-Hur,Sandokan,Las mil y una noches,Los tres mosqueteros,Entre apaches y comanches,Las aventuras de Tom Sawyer,Robison Crusoe,Sissi y el Último mohicano.
Bueno vamos a lo que nos atañé, lo primero quien no ha oido hablar de un viaje a la luna de Julio Verne todos sábeis de que va por que o lo habéis oído hablar de él o visto la película o lo habéis leído.
Lo que es fascinante del libro y de todos los escrito por Julio Verne es como este hombre se adelantó a los acontecimientos escribiendo las obras que escribió y dando los datos que da en las obras por lo menos en esta, fue más visionario que los videntes que hubo en la antigüedad y en la actualidad, está obra me ha encantado describe la sociedad americana muy bien todo se hace a lo bestia (como se nota donde hay poderío) da bastantes datos técnicos,es una obra de aventuras de tres hombres, 2 perros(que casualidad que uno de los primeros viajes fuera un animal creo que la perra Layka),varias gallinas,etc.
Para la juventud de ahora a no ser que sea buena lectora creo que este título en concreto se les puede hacer un poco pesada,bueno no se que más decir,creo que lo he dicho todo, me ha gustado, me ha encantado que se haya reeditado está colección y tendré que leerme más títulos, se me olvidaba deciros que también reeditaron también la colección Joyas Literarias Juveniles, que es los mismos titulos pero en tipo cómic.
Bueno ya no me enrollo más y me despido como siempre a leer que es bueno y saludable.

jueves, 24 de abril de 2008

El Baile-Salamandra (Emma)



Empecé a leerlo con cierta reticencia, casi con el ceño fruncido, esta mañana, cuando salí de paseo con Bilbo y Tiza. Todo lo que tenga que ver con el mundo nazi, aunque, como en esta ocasión ni lo roce, me produce un cierto desasosiego. Saber que su autora murió asesinada en Auschwitz me tiraba un poco para atrás. Tengo estas cosucas, ¡qué le voy a hacer!
Sin embargo, a medida que avanzaba en su lectura, el gesto se dulcificó, y hasta esbocé una sonrisa.
Irene Némirovsky, al menos en este libro (no he leído más de esta autora), tiene una escritura ágil, directa, desprovista de artificios. Una escritura sustantiva, como la vida misma, que tan bien refleja en estas páginas. La vida de una adolescente, como cualquier adolescente de cualquier lugar, de cualquier época. Con sus miedos, sus inseguridades, su rebeldía, sus sueños, sus esperanzas.
Me comentaba, ayer, Teresa que había leído no sé dónde, que un buen libro es el que te hace levantar la mirada de sus páginas. Levanté varias veces la mirada de estas páginas, de lo cual deduzco que es un buen libro. La levanté para retrotraerme a mi adolescencia, para reconocerme en los sentimientos que describe, para evocar la difícil relación que mantuve con mi madre durante mi adolescencia, para identificarme con Antoinette.
No había leído nada de Irene Némirovsky, pero sé que, después de disfrutar como he disfrutado con El Baile, que concluí durante el paseo del medio día, a la sombra de los pláganos del Pabellón Municipal de Exposiciones de La Magdalena, éste no será el último.

Firmin-Seix Barral (Eduardo)

Este es un libro extraño. Se ha reimpreso varias veces en pocos meses, el boca-oreja funciona estupendamente, las alabanzas que acarrea (dejando aparte las pagadas de la contraportada) son abundantes. Uno, pues, se enfrenta a una obra reputada. Si sólo fuera cuestión de ventas, no habría problema: sería otro best-seller más. Pero, no. Las loas sobre su calidad y originalidad y su breve volumen lo alejan de dicha tipificación. Es, pues, otro libro, otra obra.
Al terminarlo, sin embargo, pienso que yo me esperaba más, que no me fue dado. ¿La trama es original? Bueno, sí. Sea una rata con pensamiento de humano (al modelo de fábula tradicional, sólo que en prosa y por extenso), sea un humano en cuerpo de rata, como sugiere Eduardo Mendoza, este Firmin tiene una serie de avatares que no resultan habituales. ¿Su prosa es de calidad? Pues por tramos sí, y aunque la traducción del viejo Ramón Buenaventura parece fiel, no es como para descabalgar y prosternarse. ¿La trama nos comunica algo? Pues sí, cierto humor (a mí me ha resultado menos humorística de como se me había planteado), cierta tristeza, una tremenda soledad que planea por toda la obra, cierta desesperanza vital aliada con cierta misantropía, una matizada añoranza de otros tiempos, pinceladas de poesía mezclada con suciedad y decadencia. Todo ello es interesante, sin duda. Pero...
En realidad, en
Firmin no sucede gran cosa que arrastre al lector a saber qué va a suceder, y las reflexiones del protagonista no me han parecido tan interesantes como para acudir volando a leerse el libro. De hecho, con lo corto que es, en algunos momentos se me hizo largo y estaba deseando acabar para ver en qué acababa la cosa.
Tal vez sea injusto con una obra que, además, trata de libros, de librerías, de solitarios lectores heridos de literatura, temas que me son especialmente próximos. Pero no me ha gustado demasiado, no.

lunes, 21 de abril de 2008

El fabuloso mundo de las letras-SM (Eduardo)

Cuando un autor lleva escritos más de 100 libros, se le presupone oficio, capacidad para captar el lector, pero no estar en posesión de la receta perfecta para lograr obras maestras, sean del género que sean. Esta que traigo hoy a colación no es ni maestra ni digna de la impresionante trayectoria de su famoso autor, Jordi Sierra i Fabra.
El título engancha. Las cuatro primeras páginas enganchan. Pero todo lo que viene después es una suma de lugares comunes que sólo se sostiene por el buen oficio del escritor, que es poseedor de los recursos con los que hacer tirar la obra para adelante, y al lector con ella. Pero, no.
La belleza de las diversas tipografías que se desparraman por el librito ayudan un tanto a compensar la vaciedad de la anécdota: un crío al que no le gusta leer acaba haciendo un viaje fantástico al territorio del Libro, donde alguien le mostrará las posibilidades infinitas de las letras y de las palabras. Dicho recorrido no resulta increíble en sí, que no sería el problema en estas obras, sino inverosímil en su concepción. La afamada capacidad fabuladora del autor catalán patina
esta vez y no logra fascinar, sino antes al contrario, hacer mirar varias veces el número de página por el que se anda, señal inequívoca, de que la cosa no atrapa. Si uno se acaba el libro es porque su lectura es fácil (no hay que olvidar que está dirigido a un público "a partir de 12 años").
El intento puede resultar loable, pero los materiales de que consta la invención no me parecen adecuados, y me parecen inspirados (cuando no copiados) de la idea de "La tienda de palabras" de Jesús Marchamalo (Siruela, 1999), que es a mi juicio muy superior. Eso sí, la versión actual de bolsillo, es mucho más asequible que la que salió en cartoné hace algunos años.

La Invención de Hugo Cabret-SM (Nacho)

Es un novela donde se mezcla el texto y la imagen, la imagen también es texto,quiero decir con esto que las imágenes hay que leerlas.
Yo esta novela la pude leer cuando salió antes de las navidades pasadas y me engancho desde el principio, nunca había leído una novela con esta estructura que creo que debe de ser de las primeras en este tipo,el autor Brian Selznick creó bajo mi punto de vista una novela en la que acertó de pleno.A parte de los dibujos también aparecen una serie de fotogramas de películas clásicas como son viaje a la luna (1902),Harold Lloyd en Safety (1923) y aparecen también dibujos de Georges Méliés, como veis dentro de la obra se hacen muchas referencias al cine clásico,no quiere decir que la obra vaya sobre cine pero tiene algo que ver en la trama central.
La obra la verdad es muy bonita y triste a la vez por la situación del personaje central.La obra tiene 530 páginas pero se leen bastante rápido y con gusto de lo rápido que te engancha.
Ya sabéis a leer que es bueno y saludable.

jueves, 17 de abril de 2008

El palacio de los cuatro tesoros-SM (Nacho)


Cuento infantil a partir de 7 años o para más pequeños si se lo leemos que tampoco está mal por que nosotros también lo pasaremos bien, el autor es Antonio R. Almodóvar(cuentos de la media lunita) para mi uno de los mejores autores españoles de literatura infantil.
El cuento tiene unas ilustraciones preciosas(ilustrador Federico Delicado), la aventura también muy bonita y fantástica desarrollada en la Alhambra por una niña que cómo a muchos niños de está época no le gusta leer y por casualidad y por las ilustraciones del libro que le llaman tanto la atención empieza a leerlo hasta que se queda dormida a partir de aquí empieza la aventura.
Ya sabéis a leer que es bueno y saludable.

Los traidores, y otros cuentos-RBA (Eduardo)

Uno nunca deja de sorprenderse de la cantidad de autores que producen las letras argentinas. Mi último gran descubrimiento es este libro que aquí os muestro: "Los traidores y otros cuentos", de Eduardo Alfredo Sacheri. Comprado en librería de viejo, por 2'90 €, me ha proporcionado más de una docena de razones de placer, a razón de una por relato; y son quince en menos de 200 páginas. Sólo hubo dos que me dejaron algo frío. El resto, joyas. Eso sí, hay inconvenientes. Todos los cuentos tratan de fútbol, o tienen a este deporte como contexto. La lengua argentina en su variante culta y también en la callejera campan por sus anchas por todo el libro. Si hay algún problema con dicho habla, mejor dejarlo. A quienes amen esa forma de expresión, prepárense al disfrute, como si estuvieran allá. Lo curioso es que a mí no me gusta el fútbol. Ya no, al menos. Pero en este libro se hace patente lo que dijo no sé quién no sé cuándo y no sé dónde: da igual de lo que hables o de qué, la cosa es que lo digas bien, y que atrapes a quien quieres atrapar, es decir, a tu lector. Y eso este hombre de 41 años lo sabe hacer espléndidamente bien. Sea cual sea la anécdota, el arranque, la modalidad de punto de vista, etcétera, te agarra por la gorguera, y no te suelta hasta que llegas al final del cuento, que te recibe con una resolución muy elegante, sorprendente en varias ocasiones y efectiva siempre. ¿Puede un marco en apariencia banal y masificado como el fútbol ofrecer multitud de situaciones con valores humanos diversos, con humor, odio, alegría, envidia, dolor, amor, humanidad y todo lo que se quiera uno imaginar? Este autor demuestra que sí puede. Si lo leéis, no os gustará más el fútbol por ello, pero seguro que os quita tantos prejuicios como a mí. Salud y lectura feliz.

miércoles, 16 de abril de 2008

Tannöd,el lugar del crimen-Destino (Nacho)

Se trata del la primera novela de Andrea Maria Schenkel, novela negra muy fácil de leer poco recomendable para un ávido lector puesto que se la lee muy rápido por ser corta y letra más bien grande, pero sin embargo de una rapidez y un enganche brutal, vamos no se puede dejar hasta no acabarla.
El tipo de novela a mi particularmente me gustó bastante por que parece un reportaje periodístico con entrevistas a los personajes(lugareños) de la novela y una trama que no sabes hasta el final quien es el asesino, bastante brutal en la descripción de los asesinatos aunque en la sociedad que vivimos deberíamos estar acostumbrados solo hay que ver las noticias que cada vez son más gore (sangrientas).

Descripción de un mundo rural con sus personajes hoscos y mezquinos, nada no os cuento más, al que le llame la atención ya sabe a leer que es bueno y saludable.

lunes, 14 de abril de 2008

Presentación condicional

Nos presentamos: somos lectores (de algo hay que morir), vivimos en Avilés (qué remedio) y vamos a crear un club. Como no vivimos en el siglo XX, aunque hayamos nacido en él, vamos a aprovechar las tecnologías informáticas para que el escaso tiempo de que dispongamos, lo podamos poner en común del mejor modo posible, es decir, con una bitácora (vulgo blog). De modo que esto es una bitácora sobre lectura que crean unos lectores residentes en Avilés.

Como todo club, tiene unas señas de identidad, unas normas, una forma de pertenecer a él y otra serie de idiosincrasias varias. Intentaremos que sean lo más particulares posibles sin que dé miedo (o pena) pertenecer al mismo. La primera seña sería que el club surge de una iniciativa de un librero, lo cual ya es garantía de algo, y secundada por unos pocos amigos que a veces le damos la brasa en la librería, a cambio de que nos la dé él. Este grupo de lectores forma el primer círculo de integrantes del club. Este primer círculo tiene la potestad de invitar a otras personas a formar parte de él, que entrarán en el mismo con las mismas prerrogativas y derechos que los miembros fundadores. Pero habrán de integrarse por invitación, no libremente.

Esta bitácora hablará, como es lo suyo, de libros. Sólo los miembros del club podrán efectuar entradas y hablar de sus propios libros. Pero podrá participar con libertad quien acceda a la misma, a través de los comentarios que se podrán realizar en cada entrada, como cualquier bitácora normal. Si se porta bien y tiene muchas ganas, siempre podrá solicitar a alguno de los miembros que le invite a formar parte del club.

Hablaremos de libros, decíamos, y lo haremos de los que leamos cada uno en particular y también de los que marquemos como "lectura del mes". Cada miembro del club podrá introducir cuantas entradas desee sobre tantos libros como vaya leyendo y desee comunicar la experiencia de su lectura. No sería buena idea que se nos contara de qué va el libro: por fortuna Internet es una fuente inagotable de datos sobre ese particular. Sería mejor que comentáramos lo que nos ha parecido, si nos gustó o no, argumentando lo dicho a ser posible, pero subjetivizándolo todo de tal forma que lo que escribamos es lo que sentimos por tal o cual obra. No somos críticos literarios, sino opinadores sobre lo mucho que leemos, lo cual es distinto. Por eso nuestras entradas deberían ser muy "nosotros mismos".

Esto se debería reflejar en las entradas respectivas. Cada miembro tiene libertad para usar la combinación de fuente, tamaño, colores y rasgos que crea conveniente en sus entradas. Pero deberíamos ser estrictos en que fueran siempre los mismos, para evitar el caos, la confusión y la sensación de que esto es un gallinero descontrolado. Eso serviría también como indicativo de nuestras respectivas individualidades.

A la pregunta final de "¿Por qué un club?" se podría responder con otra pregunta, del tipo: "¿Y por qué no?". Pero para ser menos chulescos y más explicativos diremos que algunos hemos participado en algún taller de lectura presencial, y se quedaron altamente sorprendidos de las múltiples lecturas que tiene un libro, los múltiples detalles que vemos y los muchísimos que se nos escapan pero otros captan. Un club de lectura que obligue a poco y ofrezca libertad y cancha a sus miembros puede ser un espacio donde disfrutar más y se haga disfrutar más a otros. Si lo conseguimos, sólo nuestro será el mérito. Si no, lo atribuiremos al cambio climático.

Bienvenidos, bienhallados, bien leídos.